Los océanos son un recurso económico vital
que proporciona sus medios de vida a millones de personas en todo el mundo. El
grueso del comercio internacional —aproximadamente el 90%— se transporta por
mar. Más del 29% de la producción mundial de petróleo viene de los océanos. El
turismo de playa y los cruceros son una importante fuente de ingresos para
muchos países, especialmente los pequeños Estados insulares en desarrollo. Cada
año se capturan en todo el mundo casi 90 millones de toneladas de pescado, con
un valor aproximado de 50.000 millones de dólares, y el sector pesquero y la
acuicultura por sí solos dan trabajo a 36 millones de personas. Por último, cada
vez son más los científicos que se interesan por el fondo de los océanos y
buscan allí los descubrimientos científicos y los recursos del
futuro.
Hace sólo 50 años el mar era todavía en
gran parte un espacio natural virgen. Hoy día, sin embargo, la contaminación,
que en proporción más o menos del 80% procede de actividades terrestres, es una
amenaza para la salud de los océanos, en particular las zonas costeras, que son
las más productivas del medio marino. Los científicos temen que la capacidad de
regeneración de los océanos acabe por verse superada por los niveles de
contaminación que produce el hombre. Es fácil ver los signos de deterioro,
especialmente a lo largo de las costas muy pobladas y en los mares cerrados y
semicerrados.
La Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar asigna la obligación y
responsabilidad fundamentales de proteger y preservar el medio marino a los
Estados y les exige que tomen todas las medidas necesarias para prevenir,
reducir y controlar la contaminación del medio marino.
Según el Fondo para el Medio Ambiente
Mundial, las tres mayores amenazas para los océanos del mundo
son:
• La contaminación procedente de
actividades terrestres.
• La excesiva explotación de los recursos marinos vivos.
• La alteración o destrucción de los hábitat marinos.
• La excesiva explotación de los recursos marinos vivos.
• La alteración o destrucción de los hábitat marinos.